La teoría más aceptada entre los biólogos es que el pez globo, por ser lento y torpe al nadar, desarrolló un mecanismo de defensa frente a depredadores, en el cual infla de agua su elástico estómago, aumentando su tamaño hasta el punto de que el depredador no es capaz de ingerirlo.
Pero el pez globo se ha visto enfrentado al peor "depredador" de todos, los humanos. La carne de algunos de estos peces de ha convertido en todo un manjar, especialmente en Japón.
No obstante, para cocinarlos se necesita una licencia, ya que contienen un veneno, la tetrodotoxina, altamente mortal y sin antídoto conocido. Por ello aunque el depredador sea capaz de comerlo, resultará fatal para ambos si no se prepara bien (se extirpa las partes del pez que contienen el veneno, con mucho cuidado de no contaminar la carne libre de él).
Y ahora que sabes esto, ¿te atreves a probarlo?
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