La sardina es un pescado azul rico en omega 3 con lo que
ayuda a disminuir los niveles de
colesterol y triglicéridos lo que significa que reduce el riego de padecer
enfermedades cardiovasculares.

Contiene además vitamina B, A y D. La vitamina B permite el
aprovechamiento de los nutriente energéticos e interviene en la formación de
glóbulos rojos, síntesis de material genético… la vitamina A favorece la resistencia frente a infecciones
y ayuda al desarrollo des sistema nervioso y la visión nocturna; además interviene
en el crecimiento óseo. Por su parte la vitamina D favorece a absorción de
calcio y su fijación el hueso por lo que permite el correcto desarrollo de los
huesos.
El contenido en yodo de la sardina, es indispensable para el
buen funcionamiento de la glándula tiroides que regula numerosas funciones
metabólicas, así como el crecimiento del feto (en casos de embarazo) y el
desarrollo de su cerebro.
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